
Dunnottar Castle – Catedral de Elgin – Cawdor Castle – Inverness
Indice
¡Buenos días! Y qué mejor manera de comenzar nuestra aventura de hoy que con el mejor de los desayunos, el que nos preparan Michelle y su marido David. Todo casero y delicioso, nos va a costar despedirnos de esta maravilla de casa. Y también de las vaquitas, así que mientras nos alejamos les hacemos unas cuantas fotos de recuerdo.

Mientras nos dirigimos de nuevo a Dunnottar Castle para visitar sus ruinas repasamos el itinerario de hoy. Nos espera el tramo más largo, el que va desde Stonehaven hasta Elgin. Allí veremos la popular catedral y después visitaremos Cawdor Castle, durmiendo finalmente en Inverness.
Dunnottar Castle
Hoy tenemos otra luz diferente para volver a contemplar Dunnottar Castle pero como no queremos perder demasiado tiempo, nos dirigimos directamente a su interior, el cual disfrutamos enormemente a pesar del viento y el frío de esta mañana.


El Castillo de Dunnottar fue construido en el siglo XIV pero fue ampliado en el siglo XVI, cuando se convirtió en el hogar de los condes de Marischal. El recinto interior está formado por diversos edificios en ruinas, como el palacio, la capilla o las mazmorras, que albergaron presos trasladados de Edimburgo, concretamente 167 covenanters que sufrieron un cautiverio en condiciones inhumanas de nueve semanas de duración. Esta parte de la visita fue para nosotros la más interesante.


otra curiosidad relacionada con Dunnottar tiene que ver con las Joyas de la Corona Escocesa, expuestas hoy en día en el Castillo de Edimburgo. Parece ser que a mediados del siglo XVII estas joyas fueron escondidas en esta fortaleza huyendo de Oliver Cromwell, que pretendía destruirlas con el fin de eliminar cualquier símbolo de la monarquía del nuevo rey Carlos II.

Nos queda un largo camino por delante, así que vamos tirando millas con nuestro cochecito. Son dos horas de camino hasta Elgin pero no se nos hace nada largo el camino porque hoy es domingo y no encontramos nada de tráfico.
Elgin Cathedral
Cuando llegamos a la ciudad nos dirigimos directamente a las inmediaciones de su monumento más emblemático, la catedral, no sin antes parar a comprar provisiones en un supermercado y hacer un pequeño picnic dentro del coche. La Catedral de Elgin es otro bello ejemplo de majestuoso y romántico edificio en ruinas en Escocia. Puedes entrar libremente con tu Explorer Pass y si encima tienes la gran suerte de verla sin nadie más a tu alrededor (o eso creíamos), la visita resulta de lo más impactante.


Levantada en el siglo XIII, al visitarla nos recuerda levemente a la catedral de St. Andrews (de hecho en su época la Catedral de Elgin era la segunda más grande de Gran Bretaña por detrás de la de St. Andrews), ya que tampoco se conservan los muros laterales ni la parte superior. Después de sufrir dos incendios, este templo fue abandonado en el siglo XVI debido a que, en tiempos de la Reforma Escocesa, el papa no quiso darle su bendición. Como podéis imaginar, el paso de los años hizo el resto y le confirió su aspecto actual.
Ruinas de la Catedral de Elgin
Mientras yo me subía a una de las torres que aún continúa en pie, Inma comenzó a explorar el interior. Ella pensaba que estábamos solos en todo el recinto pero de repente vio a una mujer que leía un libro sentada encima de una tumba del cementerio anexo a la catedral. ¡Menudo susto se llevó la pobre! ¡Y yo encaramado en la torre! Para nosotros resulta chocante pero los escoceses conciben los cementerios de una manera muy distinta a la nuestra. Mientras que para nosotros son un lugares tenebrosos a los que debemos apartar de nuestras ciudades, para ellos en cambio los cementerios son lugares donde pasar un momento de tranquilidad, una especie de parque para relajarse. Vamos, que a los escoceses el baile de los muertos del Thriller de Michael Jackson seguramente no les resultó tan aterrador…
Cawdor Castle
Una vez pasado Elgin nos dirigimos al Cawdor Castle, al que llegamos en unos 45 minutos. Este castillo, otro de los imprescindibles en cualquier ruta de castillos por Escocia, se encuentra justo al lado de un club de golf bastante amplio.

Hogar de la familia Cawdor hasta nuestros días, Cawdor Castle se ha mantenido prácticamente intacto durante más de 600 años y está repleto de hermosos muebles, retratos y tapices. Una señora muy simpática nos dio la bienvenida y nos invitó primero a ver el interior (donde no se permite hacer fotos) y más tarde los jardines.


A nuestro juicio el mayor atractivo de la visita a Cawdor Castle reside en el paseo que puedes dar por los jardines, ¡sin duda muy recomendable!
Inverness, puerta de entrada a las Highlands
Nuestro último destino de hoy es Inverness, la puerta de entrada a las Highlands y ciudad base para acceder al famosísimo Lago Ness, que visitaremos mañana. ¡Qué ganas teníamos!
Nos plantamos allí en menos de 25 minutos. Lo primero que hicimos fue ir a nuestro B&B a dejar las maletas antes de dar un rápido paseo por la ciudad. Nuestro alojamiento de hoy es bastante conocido por la zona y acudíamos a él con muy buenas referencias y expectativas, sin embargo nuestra experiencia en el An Grianan no fue del todo buena. si bien es cierto que tuvimos una acogida muy agradable por parte de su dueña, Terri, la limpieza de la habitación y en conjunto de todo el establecimiento dejaba bastante que desear. Una pena.
No sé si condicionados por la primera impresión del An Grianan, lo cierto es que nuestro paseo por Inverness tampoco nos entusiasmó demasiado. Y es que esperábamos mucho más de Inverness, aunque para ser justos diremos que únicamente visitamos la calle principal y la zona próxima al río Ness (que desemboca en el famoso lago), donde se puede dar un agradable paseo con vistas al Castillo de Inverness, un impresionante edificio de arenisca roja construido en el siglo XIX (no visitable).



Lo más sorprendente del caso es que no fuimos capaces de encontrar un sitio medianamente digno para cenar. Después de dar vueltas y más vueltas, acabamos cenando en un McDonalds debido a que todos los restaurantes de la ciudad estaban al completo o te pedían haber reservado previamente. Menos mal que nosotros nos contentamos con cualquier cosa…
Mañana toca ir al Lago Ness y eso siempre es motivo de alegría. ¡Buenas noches!