Las 12 razones para enamorarse de Moratalla
Cada vez que necesito respirar, en un sentido figurado o literal, me escapo a Moratalla. Porque Moratalla sacia mi hambre de cultura y de contacto con la naturaleza. Desde que lo pisé por primera vez, quise dedicarle un artículo a Moratalla, mi lugar preferido de la Región de Murcia, y a pesar de todo el tiempo invertido y de mis muchas escapadas, todavía no he conseguido conocerla por completo. En Moratalla siempre hay un nuevo secreto aguardándote, invisible a nuestros ojos, que diría el Principito del cuento de Saint-Exupéry. Hoy os voy a contar las 12 razones por las que os enamoraréis de la joya del Noroeste murciano.
El Valle de Ricote
Qué ver en el último reducto morisco de la Península
La singularidad ecológica y cultural del Valle de Ricote radica en que pocas regiones conservan en toda España un recuerdo musulmán tan marcado. Cuando uno se adentra en su paisaje, tiene enseguida la sensación de haberse trasladado instantáneamente a Marruecos o a algún país de Oriente Próximo por el contraste entre sus áridas montañas y su fértil vegetación. Un infinito mar amarillo y verde de limoneros del que emergen una gran cantidad de palmeras desconcierta y fascina al visitante a partes iguales. ¿Te vienes a descubrirlo con nosotros?
Cehegín
El pueblo de los tesoros perdidos
La primera vez que visité Begastri, la antigua ciudad romano-visigoda situada a 3 kilómetros de Cehegín, me explicaron que los estudiosos habían estado buscando su ubicación durante años. Su existencia era conocida desde antiguo pero no se conocía su ubicación exacta y por esta razón se la llegó a conocer como "la ciudad perdida". Hasta que un día apareció, de la forma más inesperada. Sin embargo, Begastri no es el único tesoro patrimonial perdido que encontraréis en Cehegín, el pueblo que acaba de ser nombrado la primera Maravilla Rural de España 2019.
La Catedral de Murcia, encadenada a la leyenda
Cuando uno visita la ciudad de Murcia por primera vez, resulta casi obligado comenzar por su monumento más importante, la Catedral. De hecho así mismo me ocurrió a mí cuando en 2007 llegué en tren por primera vez a la capital de la Región. Inma me estaba esperando en el andén y como no podía ser de otra manera decidió llevarme primeramente allá donde se encuentra el templo que posee, a mi juicio personalísimo, la fachada más bonita de España. Una estrategia muy hábil, como es habitual en ella, puesto que me llevé la mejor primera impresión posible de esta ciudad.